Como se te canta
Notas, artículos y otras yerbas acerca del canto
martes, 18 de abril de 2023
Tomar riesgos
martes, 11 de abril de 2023
Libertad, libertad, libertad
martes, 4 de abril de 2023
¡Magia!
Hoy encontré un posteo en Instagram de una persona diciendo que si, al cantar, nuestra voz no suena como nos gustaría y la canción que estamos cantando no suena como quisiéramos, es porque nos falta... ¡Una rutina de vocalización!
Decir esto equivale a decir que vocalizar es hacer magia.
Es importante ser responsables con la información que difundimos; sugerir que vocalizar va a hacer que nuestra voz se transforme en la voz que desearíamos tener para cantar "We Will Rock You", "I will always love you" (la canción que canta Whitney Houston en la película "El guardaespaldas") o en la voz de Lady Gaga cantando en "Nace una estrella", es generar falsas - ¡qué digo "falsas"! ¡Falcísimas! - expectativas en quienes amamos cantar y deseamos mejorar como cantantes.
Estudiar canto toma tiempo; años. Todas las voces pueden crecer y desarrollarse, y todas las personas pueden crecer y desarrollarse como cantantes (atención: no es lo mismo el desarrollo de la voz que el desarrollo del cantante). E inclusive así, todas las voces son diferentes y es posible que no todos los cantantes puedan abordar absolutamente cualquier repertorio.
Si mi voz tuviese una extensión de una octava (es decir que yo pudiera cantar sólo una octava del piano) y quisiera cantar la canción "What's Up" de 4 Non Blondes, que tiene DOS octavas de extensión, es más que seguro que no podría. Y vocalizar en mi casa todos los días no necesariamente va a hacer que lo logre. Los registros vocales se pueden extender, pero no necesariamente llegue el momento en el que pueda ampliar tanto mi registro como para permitirme cantar una canción de ese nivel de dificultad en relación a la extensión.
¿Ésto me hace un peor cantante? De ningún modo. Existen magníficos cantantes que no cantan canciones melódicamente complejas, pero nos conmueven hasta las lágrimas con sus bellísimas voces y sus sentidas interpretaciones.
Es importante que un docente nos acompañe amorosa y respetuosamente en el camino de desarrollo de nuestra voz, pero con metas posibles, realistas y que nos animen a apreciar y valorar nuestra voz, no como "desearíamos que fuese" sino como ya es. El crecimiento es un regalo hermoso y es importante disfrutarlo, pero que hoy no podamos cantar ciertas canciones o no sonemos como desearíamos sonar, no significa que lo que hacemos no sea ya suficiente para poder disfrutar de cantar y percibir la belleza que ya existe en nuestra voz y en nuestro canto.
Desde ya que apoyo la idea de practicar, de la vocalización como entrenamiento vocal y de ser consecuente con ese entrenamiento, pero ¡vamos! ¿Hace falta prometer fórmulas mágicas? ¿Generar expectativas de objetivos irreales? ¿Si vocalizo todos los días, entonces sí voy a poder cantar como Aretha Franklin? Y, sobre todo, si todavía no lo logré, ¿es porque no estoy vocalizando lo suficiente?
En fin, ésta soy yo en modo catarsis. Políticamente incorrecta en muchos aspectos, probablemente. Pero, no obstante, fiel a lo que siento y profundamente convencida de que a cantar se enseña ayudando a lxs cantantes a amar sus voces y su proceso de aprendizaje, y no a estar todo el tiempo poniendo el foco en lo que todavía falta.
El camino artístico es infinito. Y se recorre mejor con criterio de realidad, con amor y con aceptación de quienes somos.
martes, 28 de marzo de 2023
La anti-pedagogía
Hace unas semanas me enteré de que a una estudiante de canto su maestra le dijo que tenía "la voz chueca". Poco después, otra cantante me contó que, cuando aún se estaba formando en la institución en la que había estudiado, su maestra le dijo que "su voz no tenía pies".
¿Qué clase de recurso pedagógico es decirle a un alumnx algo que no sólo no reviste fundamentación teórica y se expresa en términos incomprensibles para cualquiera que no sea el mismo docente, sino que además le hará sentir mal sin darle ninguna idea de cómo "resolver" o "compensar" la falta que se le atribuye?
La idea de que por marcarle a un alumnx sus errores o defectos se le está haciendo un bien es arcaica y obsoleta. Si le digo a alguien qué está haciendo (o siendo) mal sin darle recursos para mejorar la situación, no es en lo absoluto pedagógico. Unx maestrx debería acompañar el desarrollo brindando una sensación de seguridad, confianza, tranquilidad para recorrer el camino por delante, y dando herramientas que ayuden al estudiante a saber en qué dirección encaminar sus pasos. Existen enfoques pedagógicos más y menos inductivos, que se basan en dar las respuestas o en acompañar el proceso de autodescubrimiento del propio alumnx. Ninguno de ellos implica avergonzar al alumnx, dejarle sintiéndose expuestx y desvalidx de recursos, perdidx ante las devoluciones, opiniones y críticas y, muchas veces, sensiblemente afectado a nivel emocional.
Vamos, que ejercer la docencia no es lo mismo que hacer un crucigrama. Tenemos una responsabilidad y un compromiso no sólo hacia el desarrollo vocal de nuestrxs alumnxs, sino también hacia su integridad emocional, psíquica, física y espiritual. ¿De qué sirve tener una voz maravillosa si tenemos el alma rota?
Te dejo mi abrazo si te tocó pasar por una experiencia así; si alguien te hizo una crítica sin fundamentos o con palabras que no entendieras; si te marcaron, te etiquetaron o te clasificaron sin tomar en cuenta tus emociones y sentimientos, o tu esfuerzo y amor por lo que hacés.
Si sos maestrx, te dejo la propuesta de recordar cómo nos fue cuando aprendíamos, cuando estábamos del otro lado; cómo nos hicieron sentir. Y la invitación a que entre todes, podamos hacer de la enseñanza y del hermoso camino del aprendizaje artístico, una experiencia lo más parecida posible a la que hubiésemos deseado que nos brindasen a nosotrxs.
martes, 21 de marzo de 2023
Palabras palabras...
El mundo del canto está lleno de terminología confusa. Cada técnica vocal tiene sus propias expresiones: "belting", "apoggio", "mezzavoce", "twang", "voz de pecho", "predominancia de masa", "voz mixta", "pliegue 3", entre otros. Diferentes dialectos de una misma lengua. ¿Cómo podemos saber que los estamos intepretando correctamente?
Como si esto fuera poco, no falta controversia respecto de cuáles de todas estas "maneras de usar nuestra voz" son sanas y saludables y cuáles pueden lastimarnos.
¿Cómo sabemos cuándo estamos pisando terreno seguro y cuándo cruzamos los límites y estamos en una zona peligrosa para nuestra voz?
Quiero invitarte a cuestionarte todo. A no dar nada por sentado. Pero, por sobre todo, a tomar una premisa muy simple como base: todes tenemos un cuerpo y ese cuerpo funciona prácticamente de la misma forma en todes les seres humanxs. El aire siempre va a los pulmones y en la cavidad abdominal está el aparato digestivo, y no el respiratorio. El aire NO PUEDE ir a la panza (por ejemplo), por mucho que lo intentemos o que nos digan que sí.
Acá te dejo un par de ideas para que tomes en cuenta cuando no sepas si dar por correcto o no lo que alguien dice:
- Cuanto más aprendas acerca del cuerpo y de cómo funciona, más vas a poder entender acerca de la voz.
- Cualquier palabra suena "cool" si no sabés lo que significa. Averiguá específicamente a qué se refiere cada término que encuentres acerca de la voz que te resulte nuevo, y fijate si efectivamente encontrás una explicación clara y simple, que te saque todas las dudas. De lo contrario, consultá a alguien que pueda orientarte.
- Si alguien pretende explicar/te algo acerca del canto, debería poder explicarlo en palabras que puedas entender. Si usa términos complicados o expresiones que no conocés, esa explicación no te enseña nada.
- Si alguien intenta decirte que una manera de cantar es más sana/saludable/nociva/peligrosa que otra, tiene que poder explicarte por qué de manera clara y fácil de comprender. De lo contrario, es muy posible que simplemente esté repitiendo lo que le enseñaron y no sepa por qué eso es como le dijeron que es.
- No "compres" lo que alguien te diga que es mejor sólo porque lo dice. Nadie más que vos y tu cuerpo pueden corroborar si algo es cómodo para tu voz y tu canto o no. Escuchalo.
- Este camino es mucho más fácil si alguien capacitado te acompaña en el recorrido. Tomar clases con unx profe en quien confíes te puede hacer mucho más sencilla tu búsqueda.
- No importa lo que nadie te diga si tu cuerpo te dice lo contrario. La búsqueda de la comodidad es personal e individual (e intransferible, es decir, nadie puede sentir por vos) y quien sea que te acompañe en esa búsqueda tiene que darle muchísimo valor a lo que vos digas que sentís.
Un último "tip": muchas de las palabras específicas del canto, de estas terminologías nuevas y que nunca escuchaste nombrar y de las viejas que usan desde el tiempo de María Castaña pero no sabés qué significan, quieren decir lo mismo. Se acuñan nuevos términos todo el tiempo y al ponerse de moda ganan popularidad. No te dejes abatir por la avalancha de palabras nuevas. La información más valiosa que podés encontrar es la que te explique de manera sencilla, accesible y clara qué está pasando con tu cuerpo cuando respirás o cantás de una manera u otra.
Ponerle palabras a tus sensaciones no requiere de terminología complicada, aunque sí es una tarea a veces mucho más difícil que repetir palabras que "suenan" en todas partes.
Avanzá sobre terreno firme: tus propias sensaciones, tu propio cuerpo, tus propias percepciones y los conceptos - universales - acerca de cómo funciona nuestra anatomía y nuestra fisiología.
martes, 14 de marzo de 2023
Sin filtros
Todo lo que piense va a ir a parar a este blog. Con relación al canto, por supuesto.
En las redes sociales hay que planificar con cuidado, con mesura y, sobre todo, con tiempo, lo que se va a publicar. Acá puedo escribir cuando quiera y publicarlo en el momento pero, sobre todo, ésta es mi guarida; es mi refugio; es mi lugar seguro.
Si quieren saber qué opino, sin pelos en la lengua y sin vueltas ni reveses, están en el lugar correcto.
Últimamente me encuentro preguntándome cómo puedo crear un mayor alcance para mi contenido; cómo puedo hacer llegar más lejos ciertas ideas, que creo que sería interesante que se difundieran y lograran mayor repercusión.
Hace poco leí un artículo titulado "la contrapedagogía de la crueldad", que sostenía la idea de que el mundo nos vuelve insensibles ante las crueldades de la vida y, de esa manera, naturalizamos que "todo esté mal", que haya millones de seres humanos viviendo en condiciones de pobreza extrema; naturalizamos el maltrato animal porque "ojos que no ven, corazón que no siente" y es importante volver a un lugar de empatía, de compasión y de conciencia para contrarrestar esa fuerza que nos transforma en seres que van por la vida como si nada de ésto sucediera.
Connivo con esta idea; adhiero a esta propuesta. Necesitamos des-naturalizar el maltrato, el dolor, la maldad y la crueldad en todas sus formas. Y la pedagogía misma, el espacio pedagógico, no está exento de ellos. Existe el maltrato psicológico y también el maltrato pedagógico. Existe la crueldad en el aula, la crueldad de lxs docentes, el abuso pedagógico. Y necesitamos urgentemente una pedagogía del respeto y de la empatía.
No pretendo acuñar un término nuevo; no sé tampoco si existe ya.
Es importante que aprendamos, como docentes, nuevas cualidades que formen parte de nuestra estructura pedagógica: la escucha, el respeto, la flexibilidad, entre otras.
En el ámbito del arte, ¡tanto más en el ámbito del arte, de la expresión del alma!, les docentes necesitamos ser vehículo del autodescubrimiento, del permiso para la expresión genuina y desprejuiciada, y acompañar amorosa y empáticamente el proceso de cada alumnx, sin pretender que llegue a objetivos preestablecidos y homogéneos para todes les estudiantes, ni que cuadre con nuestras ideas acerca de qué es bello y qué es arte.
He dicho, por ahora llego hasta acá.
Ojalá más palabras y más ideas levanten vuelo y dejen su rastro en este blog.
Quisiera saber también qué opinan ustedes.
Abrazos,
C.
martes, 7 de marzo de 2023
Tiempo al tiempo
Ya vendrán posteos más extensos.
Ya vendrán posteos más polémicos.
Ya vendrán preguntas más picantes, porque el arte es provocador, es picante, es incisivo.
Por ahora, quiero tener muchos, muchísimos seguidores, para poder pensar todes juntes, para hacernos las preguntas que importan DE VERDAD.
Mientras empieza a sumar adeptos esta secta de cantantes aficionadxs, profesionales, amorosxs, conflictuadxs, cantantes de ducha, cantantes de escenario, cantantes de fogón y de lavar los platos, propongo que pensemos en las canciones como algo más que un puñado de notas y otro de palabras.
¿Por qué elegimos cantar? (o a veces no lo elegimos sino que surge de dentro nuestro sin previo aviso) ¿Por qué esas canciones, las que cantamos, y no otras?
Porque dicen algo, con su música o con su letra. Los textos llevan mensajes, la música lleva climas y emociones. Y - queramos o no, porque ciertos procesos son inconscientes - algunas músicas nos eligen, nos convocan, tironean del borde de la pollera, de las costuras del pantalón, del dobladillo de la remera, y nos llevan hacia sus orillas. "¡Cantanos!" gritan, piden, susurran. Y tenemos que hacer caso.
Cantar y contar tienen mucho en común. Ser cantante es ser contante, ya sea que nos demos cuenta de ello o no.
¿Qué canciones te convocan? ¿De qué hablan? ¿Por qué sentís que te piden - justo a vos, justo ahora - ser cantadas?