martes, 7 de marzo de 2023

Tiempo al tiempo

Ya vendrán posteos más extensos.

Ya vendrán posteos más polémicos.

Ya vendrán preguntas más picantes, porque el arte es provocador, es picante, es incisivo.

Por ahora, quiero tener muchos, muchísimos seguidores, para poder pensar todes juntes, para hacernos las preguntas que importan DE VERDAD.

Mientras empieza a sumar adeptos esta secta de cantantes aficionadxs, profesionales, amorosxs, conflictuadxs, cantantes de ducha, cantantes de escenario, cantantes de fogón y de lavar los platos, propongo que pensemos en las canciones como algo más que un puñado de notas y otro de palabras.


¿Por qué elegimos cantar? (o a veces no lo elegimos sino que surge de dentro nuestro sin previo aviso) ¿Por qué esas canciones, las que cantamos, y no otras?

Porque dicen algo, con su música o con su letra. Los textos llevan mensajes, la música lleva climas y emociones. Y - queramos o no, porque ciertos procesos son inconscientes - algunas músicas nos eligen, nos convocan, tironean del borde de la pollera, de las costuras del pantalón, del dobladillo de la remera, y nos llevan hacia sus orillas. "¡Cantanos!" gritan, piden, susurran. Y tenemos que hacer caso.

Cantar y contar tienen mucho en común. Ser cantante es ser contante, ya sea que nos demos cuenta de ello o no.


¿Qué canciones te convocan? ¿De qué hablan? ¿Por qué sentís que te piden - justo a vos, justo ahora - ser cantadas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario